La gracia de la magia sin misterio
Lan Tham Vi, 2005

En una época en la que asistimos a una deshumanización de la vida y de las artes, es significativo como el humor, el ingenio y la ironía han servido para hacer del mundo un lugar emocionalmente soportable. En la escena artística actual proliferan los llamados artistas politicos, que afrontan cara a cara las adversidades del mundo, son personajes comprometidos. Frente a éstos, artistas como Fernando Renes a los que no les interesan las metáforas y los discursos, son como antiheroes cómicos que no han de morir por ninguna causa, simplemente, abrazan las vicisitudes de la vida y marchan con ellas.
El antihéroe es brillante en la práctica mientras que el héroe lo es en la teoría. Renes trae consigo el alivio cómico para una sociedad obligada a tomárselo todo en serio. El payaso se ha convertido en un superviviente y el héroe en un suicida sin ingenio.
Su obra funciona como una terapia, una manera de exorcizar y compartir sus experiencias vitales. Cuando dibuja libera pensamientos y acciones casi siempre a través de lo divertido, de lo cómico. En Lecciones de dibujo, Juan José Gómez Molina nos dice que la acción de dibujar nos representa a nosotros mismos en la acción de representar, clarifica los itinerarios de nuestra conciencia, haciéndose evidente ante nosotros mismos: dibujar es fundamentalmente definir ese territorio desde el que establecemos las referencias. Representar es, por tanto, un acto controlado y difícil, de evocaciones y silencios establecidos por medio de signos que somos capaces de descifrar por su preexistencia en la memoria histórica.
Los dibujos de Renes apuntan a situaciones cotidianas, visiones fugaces de un mundo en perpetuo cambio. El dibujo se presenta como único, no pretende contar historias si no plasmar a la manera de la escritura automática bretoniana lo que brota del pensamiento sin ningún control de la razón ni de la moral. Con el dibujo se pueden trartar objetos que ningún otro medio es capaz de abordar con igual precision. El dibujo despeja, abre un campo de nuevas posibilidades. Es la más natural, sencilla y manual de las técnicas.
Charlie Chaplin era considerado como un gran cómico porque representaba al intemporal niño perjudicado por la vida moderna. El humorista infantiliza lo que le rodea, pero sin abandonar nunca su status de persona adulta. Interpreta sus deseos, sus inquietudes, sus sueños y sus miedos. Crea su propio mundo a través de sus percepciones y vivencias.
En el texto para el catálogo de la exposición que el artista presentó en el CAB de Burgos titulada De Covarrubias a Nueva York, Rafael Doctor Roncero presenta un fabuloso retato titulado Carioca en el que cuenta la experiencia que tuvo en un campamento donde conoció al que iba a ser el heredero de la empresa de rotuladores más famosa de España. A partir de una caja de rotuladores de colores y un cuaderno secreto donde los niños caricaturizaban el entorno que les rodeaba, se nos muestra la importancia que tienen los dibujos de los niños para poder entender el mundo.
Rafael Doctor defiende el universo del dibujo infantil como la mejor de las maneras de crear un mundo propio frente a otras, como la lectura que solo reconstruye uno ya inventado. Muestra su preocupación por la necesidad de mantener estos medios, este universo de rotuladores y pinturas que juegan un papel tan importante ya no sólo en el mundo infantil , si no también en el de los adultos.
Los vivos colores con los que trabaja Renes van desde el marrón chocolate, a los colores fosforescentes. Son tonos brillantes, intensos propios de una caja de rotuladores Carioca. Representa objetos cotidianos, imagines oníricas, personajes inventados o caricaturizados.
Utiliza también frases impregnadas  de ingenio y cierta ironía que en la mayoría de los casos aluden a sus episodios anecdóticos de su vida. Episodios personales llenos de humor, un ejemplo lo vemos en obras como Hotel Carter (2000) en la que aparece representado un hotel neoyorkino donde aparece un cartel que dice en este hotel me intentaron robar las maletas, junto a la palabra WELCOME. Una obra que llama la atención es I love hiking donde aparece Etant Donnés de Duchamp, que alude al voyerismo.
Fundamentalmente su trabajo se basa en acuarelas sobre papel, aunque también ha realizado videos de animación como Couch Grass-Grama que participó en el Certamen de Vídeo Injuve 2000. En este video no utilizó la animación por ordenador; fiel a su manera de trabajar realizó todas las figures de manera manual, llegando a hacer hasta 3.000 dibujos. Respecto a este video dice Renes: “Me sometí a una rutina de trabajo constante y conseguí una forma de expresión que reveló que siempre había estado en mi forma de hacer arte: siempre ví cada uno de mis dibujos como consecuencias de un todo y esta fue la manera de dar desarrollo temporal a esta idea de unidad fragmentada”.
Sus dibujos tienen un grado de complicidad con el espectador, pese a que algunos trabajos parezcan indescifrables para el público, Renes invita a la interpretación libre, personal e intransferible del espectador. La aceptación de sus obras, posiblemente venga dada por el uso de un lenguaje muy próximo a la cultura de masas, como son el comic o los dibujos animados.
Hans-Georg Gadamer, hablaba del arte como un lugar donde la actividad lúdica humana alcanza su perfección, es el espectador (o el artista como espectador de sí mismo) para quien el juego adquiere sus dimensiones. El arte plasma la esencia de lo lúdico. En el particular juego del arte la función representativa se cumple porque se trata de una representación para, es decir, la presencia real o hipotética de un otro al cual se dirija. Cada obra de arte se realiza en su apertura al espectador y en el significado que cobra a través de él. El juego del arte apuesta entonces por una verdad que invoca al espectador y al reconocimiento.
Como sugirió Charles Baudelaire el mejor arte restaura la mágica frescura y extraña reflexividad de la peripatética percepción infantil . Muy lejos del peluchismo (término que Fernando Castro ha utilizado para referirse a la  tendencia de ciertos artistas a utilizar el territorio de la infancia de manera cínica y perversa que inunda el arte contemporáneo) la obra de Fernando Renes se erige en medio de la compulsion hermeútica del arte que intenta encontrar símbolos en todas partes. Su obra no tiene misterios, ni ninguna pretension más allá de mostrarse, exhibirse como un autorretrato. Dice Renes que lo único que quiere transmitir al espectador a través de sus obras es la sensación de liberación que él mismo sintió cuando las hizo. La palabra del artista se expresa a través de su obra, su palabra es una extension de sus dibujos.